HABLAR DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER NO LA RESUELVE, EL VERDADERO TRABAJO SÍ
La celebración del día internacional de la mujer que se conmemora este 8 de marzo ha venido dejando atrás lo que históricamente dio pie a este recuerdo que como muchos conocen, fue motivado por la muerte de al menos 100 mujeres que luchaban por sus derechos salariales en una fábrica Nueva York y que les fue impedida su salida a manifestarse y que un incendio les provocó la muerte. Fue hasta 1975 cuando la Organización de las Naciones Unidas, declaró oficialmente el 8 de Marzo como día internacional de la mujer.
El rumbo ha cambiado y ahora conocemos que la equidad de género así como la igualdad salarial, los derechos políticos y hasta la diversidad sexual están incluidos en esta conmemoración, dejando a un lado a esas mujeres de la clase trabajadora vinculadas en el gremio textil y que muchos conocemos como maquiladoras, que concentran a gran cantidad de mujeres que trabajan hasta 12 horas diarias por un raquítico salario que apenas cubre una parte de sus necesidades. A estas mujeres que están ahí en lugares clandestinos, nadie las recuerda y menos han hecho un homenaje por ese gran esfuerzo por sus familias.
Las luchas por la igualdad las escuchamos en el discurso político y de servidores públicos, pero la realidad está atrás de esos muros o naves industriales donde aún con la pandemia que se está sufriendo, ellas, esas mujeres siguen presentándose a trabajar porque la necesidad se los exige y es tiempo de que “alguien” las tome en cuenta y verdaderamente impulsen esa rama textil de donde emergió este 8 de marzo, para que la explotación de las mujeres que trabajan en maquiladoras tengan oportunidad de mejorar su ambiente y los salarios que dejan mucho que desear.
La fecha 8 de marzo ha servido como bandera para muchos políticos que hoy en día buscan promocionarse y por si fuera poco hablar de los derechos de la mujer, la igualdad y la equidad, sin saber realmente lo que eso significa, ya que en los hechos, se sigue desvalorizando, violentando y agrediendo a las mujeres sin que éstos al llegar al poder hagan nada. Es así como a través de los años la violencia contra la mujer y los feminicidios, son temas de los que hablan muchos pero resuelven pocos.
Muchos hombres y mujeres hablan de erradicar la violencia contra la mujer y en redes sociales vemos solapas con moños y el color morado en señal de qué yo me pregunto, porque lo cierto es que poco se lucha por disminuir la violencia que se ha ido acrecentando día a día en los centros de trabajo, en los hogares y en las calles.
Mentiras salen de la boca de cientos de personas que dicen querer erradicar la violencia que hay afuera y dentro de los hogares, son solo discursos de quienes ni siquiera se toman la molestia de poner un alto a esta otra pandemia que aqueja y seguirá latente en una sociedad donde solo hay intereses mezquinos que agreden y lastiman más que los golpes que se escuchan a menudo en la casa del vecino.
Disminuir la violencia contra la mujer conlleva a un compromiso diario, es atender, escuchar, apoyar, cuidar, ayudar, es brindar tiempo de calidad por parte de quienes verdaderamente tenemos por objetivo extender la mano a niños, niñas, adolescentes, mujeres adultas que gritan con voz entre cortada “aquí estoy”.
Finalmente querido lector aquí les dejo un dato alarmante de como la violencia contra la mujer en todos los aspectos ha crecido y seguirá creciendo si solo de esto se habla como si fuera mera costumbre. Tan solo en el 2019 – 30.7 millones de mujeres en México son violentadas, datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, ahora bien desde que comenzó la Pandemia por el COVID 19 las estadísticas son más alarmantes, ya que el encierro, los problemas de salud y la falta de dinero, provocaron que la violencia ya no tan solo contra mujeres, contra los niños y niñas aumento de manera considerable.
Es importante los gobiernos y sociedad civil atiendan esta otra pandemia y los politiquillos cierren el pico sino tienen algo importante que hacer en contra de este mal.
